Hace poco tiempo impartí una conferencia en Santa Pola sobre Turismo 3.0 y su relación con el comercio en las jornadas de la Federación de Comercio de la provincia de Alicante, Facpyme. Una de las conclusiones fue que el turismo está innegablemente, al igual que sucede en el comercio, sufriendo un giro de lo material hacia lo experiencial. Estas afirmaciones no son novedosas, así que nos preguntamos ¿qué hay detrás de esta tendencia experiencial? y sobretodo ¿Qué retos y necesidades trae el turismo 3.0 y los nuevos perfiles de turista? En primer lugar hay cuatro cuestiones que marcan la diferencia y caracterizan al nuevo turista. Estas son el acceso a la información, la voluntad de colaboración, la búsqueda de experiencias y las ganas de aprender.
- En primer lugar, el turista está más informado, más experimentado y más conectado que nunca. Esto significa que ha viajado más veces, está acostumbrado a organizarse el viaje, que consulta diferentes proveedores y fuentes y las compara, busca oportunidades constantemente y todo ello lo hace fundamentalmente online, aunque sin olvidar que agencias especializadas y el boca-oreja siguen teniendo una relevancia importante.
- Está más dispuesto a colaborar. Blablacar, CouchSurfing o Air Bnb son solo algunos ejemplos. Entre 2014 y 2015, la cuota de mercado de Uber creció un 20% (donde está presente) a costa del taxi. Mientras la cuota del taxi paso de un 52% a un 35%, Uber creció del 9% al 29%.
- Busca experiencias en sus viajes. Según el barómetro de TripAdvisor 2015, a los turistas LES GUSTA GASTAR MÁS EN VISTAS y cenas especiales (experienciales) que en el propio alojamiento y prefieren ver paisajes (53%) que gastar en compras (24%).
- Finalmente, el turista 3.0 quiere aprender. Busca aprender en sus viajes y realizar actividades diferentes. Menos descanso y más diversión.
¿Qué rasgos caracterizan a los Milennials (nacidos en el nuevo milenio) que nos puedan ayudar a entender mejor cómo evolucionará el turismo? En primer lugar que hacen más viajes y conocen más sitios, pero también que dedican más dinero a experiencias, son más colaborativos y están dispuestos a sacrificar comodidad.
El turismo de experiencias y un mayor número de viajes de menor gasto y duración cobran protagonismo en el futuro, y por el camino vamos transitando de lo que conocemos por “el viaje de tu vida” a “vivir es un viaje”; hemos pasado de viajar menos y gastando lo máximo posible en cada viaje, sobretodo en objetos materiales a querer descubrir más sitios y vivir más experiencias, buscando oportunidades y colaborando más con la gente y menos con los intermediarios.
En conclusión, lo que siempre nos ha diferenciado ahora es solo un punto de partida. Aunque no podemos obviar las bondades del sol y playa, el buen servicio, la comida, el sol o las playas limpias se convierten en servicios básicos. Con el turismo 3.0 evolucionamos a un modelo donde las experiencias que sean entretenidas, que inspiren, que enseñen y que emocionen será lo que genere valor al turista. Es ahí donde el sector debe de esforzarse en innovar y crear diferenciación.