No es sostenible económica y medioambientalmente una tasa de retorno de pedidos comprados online del 20%, llegando al 50% en ocasiones. Al igual que tampoco es sostenible a largo plazo que todo el mundo compre cualquier cosa, en cualquier momento y quiera recibirlo en 2 horas, salvo en los casos donde interviene el comercio de proximidad.
El stress logístico de la última milla tiene un límite, las ciudades no podrán soportar en 10 años el impacto de la congestión del trafico, contaminación acústica y medioambiental si el comercio online (con entrega libre y controlada por el consumidor) sigue creciendo, incluso a la mitad, del ritmo actual. Además de no ser rentable económicamente, su impacto medioambiental es mucho peor que el impacto generado, por ejemplo, por el denostado plástico de los envases, que ya tiene canales para ser reciclado, mientras que el impacto en la movilidad y la congestión del tráfico no es reciclable.
El modelo de última milla debe repensarse para combinar rentabilidad, eficiencia y sostenibilidad, incluso por delante del servicio al consumidor.
Reflexiones después de leer el artículo: “Nueva normalidad”. Uno de cada tres compradores online devuelve los pedidos publicado en DARetail el 24/02/2021