En las asociaciones de comerciantes de Mercados (y las asociaciones en general) nos encontramos muy frecuentemente que su éxito depende más de personas que de proyectos. Si las personas que tiran del carro se van, los proyectos se desvanecen. En los casos en que hay gerencias a tiempo completo o parcial no suele quedar demasiado presupuesto para acciones de dinamización, dada la falta de recursos y la baja propensión e implicación en el pago de cuotas razonables por parte de los socios, máxime cuando las cuotas de arrendamiento que cobran los ayuntamientos a los puestos han sido tradicionalmente y siguen siendo generalmente bajas. Y en este escenario es difícil asegurar la viabilidad económica de las instalaciones y la independencia financiera de las asociaciones, cuestiones que son vitales si queremos garantizar la supervivencia del formato comercial del mercado minorista y de las propias asociaciones de comerciantes a través de la autogestión.
Esta gerencia se debe responsabilizar de diseñar y ejecutar un Plan de Acción para, entre otras cosas, llevar a cabo las imprescindibles tareas de dinamización comercial, cuyos aspectos más importantes para un mercado serían la intervención en el espacio para su mejora y adecuación a las nuevas necesidades y consumidores y las acciones dirigidas a la comunicación, promoción y animación del mercado y sus comercios. Esto es, hacer que “pasen cosas”. Para mayores, medianos, familias jóvenes y niños supone hacer que pasen cosas en el mercado de forma constante (cada mes mínimo) organizando actividades, sorteos, concursos, campañas de descuento, sorpresas y acciones celebradas al unísono con orgullo y proactividad, sean o no del entero agrado del comerciante.
Otras carencias importantes que observamos son la escasa implantación de servicios de forma generalizada, lo que hace mermar la competitividad de este formato comercial respecto a otros formatos ampliamente elegidos por los consumidores y la cuestión pendiente del relevo generacional y los nuevos puestos de venta, que se ven truncados por no tener establecido un buen diseño de mezcla comercial variada y amplia y con la dimensión adecuada y una correcta y activa política de comercialización de puestos vacantes y profesionalización de los nuevos comerciantes.
